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martes, 15 de marzo de 2022

“MEMORIAS Y RAICES SOBRE EL EMBLEMÁTICO COMERCIO DE “LA CENS” ("LA SENS DE TORREBLANCA") Y SU GESTOR D. FRANCISCO SIMÓ ROCA”.

GENTES, COSTUMBRES, FOLKCLORE, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:

Por: JUAN E. PRADES BEL, “Crónicas”, “Humanidades”, (Proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA": Taller de historia, memorias y patrimonios).

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…

(Temáticas): DATOS PARA LA HISTORIA DEL MUNICIPIO DE TORREBLANCA Y TORRENOSTRA.

“MEMORIAS Y RAICES SOBRE EL EMBLEMÁTICO COMERCIO DE “LA CENS” ("LA SENS DE TORREBLANCA") Y SU GESTOR D. FRANCISCO SIMÓ ROCA”.

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTROCUCCIÓN: Este artículo, es uno más de entre los nacidos por el interés que siento por el folklore popular, la historia local y las costumbres de las gentes estantes, por las habidas y por las recordadas que en gloria estén, y por las propias memorias naturales y antrópicas que nacen de la tierra, costa, montes y las historias que esconde, el propio mar Mediterráneo que baña el litoral del término municipal de Torreblanca-Torrenostra. 

- En esta ocasión intento hacer hincapié en recrear algunas curiosidades biográficas de mis recuerdos, sobre el ambiente laboral de Torreblanca caracterizado por un fuerte carisma rural y una marcada idiosincrasia agropecuaria que era bien palpable y visible en el ir y venir por las calles del pueblo, por el diario trasiego de caballerías, carros, tractores y motocultores agrícolas, y el ambiente parejo que había alrededor de las casas particulares y de los comercios de Torreblanca de los años 60 y 70. 

- A medida que van pasando los años, los recuerdos de lo vivido van entrando en una fase de desaparición y olvido, pero siempre quedan retazos que recordar entre los fragmentos de memorias de lo vivido, un recuerdo en particular que siempre me ha quedado más reflejado o asentado en mi memoria por encima del resto de vivencias, son las visitas y las experiencias propias vividas en las tiendas tradicionales y en los comercios populares del pueblo. 

- Entre los ambientes sociales más palpables en las tiendas de Torreblanca por encima de todo sobresalía la amistad y la empatía con el prójimo, el sentir preocupación por los vecinos, clientes y amigos, preguntar por la salud, por la familia, toda relación emanaba un axioma característico por tratar de interesarse y ayudarse los unos a los otros.

EXPOSICIÓN: El escenario de la breve historia que describo en este artículo autobiográfico, tiene como base la historia de un emblemático comercio denominado popularmente como “La Cens” o “la Sens”, este local estaba ubicado en la antigua calle José Antonio que corresponde en la actualidad a la Avenida del Mar, número 43 de Torreblanca, junto a la desaparecida “fuente de Galano”. 

- La “Sens” era un emblemático local dedicado a la venta de alimentación seca principalmente granos y cereales: maíz, arroz, trigo, avena, cebada (ordi)…, legumbres, semillas, mixturas y alpistes,…), graneles, piensos (granulados y molidos), salvado (segó), forrajes (pajas, alpacas de alfalfa), simientes, capazos, escobas, estopas de esparto, cuerdas, herramientas de forja y madera (azadas, hoces, mangos,…) y abonos, este fue un comercio muy popular, y una referencia de gran afluencia de público, donde compraban los vecinos suministro habitual para el consumo del hogar y para  adquisición de alimentación para los animales domésticos que en todas las casas habían. Como cliente visitaba la tienda casi a diario, era un local peculiar y cerealista, rústico y tremendamente agropecuario por los productos que había dispuestos a la venta, el área de despacho de atención al público estaba montado en lo que fue el vestíbulo del antiguo teatro Novedades, la platea desprovista de sillas era la zona de depósito y almacén para sacos y graneles llamados en la lengua valenciana vernácula “a orri” (disposición a granel), esta tienda de granos y semillas estuvo siempre muy bien atendido por dos personas que eran muy estimadas por el vecindario, era el matrimonio formado por D. Francisco Simó Roca y Dª Francisca Moreno Fabregat (la tía Paca y Simó el de la Sens) que despachaban y estaban al frente del local, este servidor casi todos los días pasaba por la “Cens/Sens” para comprar comida para los animales domésticos (cabras, ovejas, gallinas, mulo, patos y conejos) que teníamos en nuestra masía ubicada en el camino de las Marjales. 

- La asiduidad como cliente al emblemático comercio de “Simó el de la Sens” forjo en mí una espléndida estima y aprecio hacia estas dos personas que estaban al frente de este comercio, omnipresentemente abierto toda la semana de lunes hasta el domingo por la mañana, puesto que el fin de semana acudían a comprar los clientes que vivían en las masías. Simó y su señora ya eran mayores por entonces a finales de los años 60, de ambos conservo un grato recuerdo muy afectivo en mi memoria por su trato con estima a lo largo de los años, cada día mientras esperaba que me tocase el turno, observaba el trato y habla entre los mayores, aprovechaba así la espera y aprendía en silencio recibiendo lecciones de trato que me han servido a lo largo de mi vida en el desarrollo de la misma con amistad, humildad y sencillez hacia y con mis semejantes, amigos y clientes, y por encima de todo, del matrimonio tengo que resaltar la lealtad y honradez como vendedores, y su fidelidad en el trato comercial y en la palabra dada. 

- Desde este rincón de letras aprovecho para rendir un homenaje a este entrañable y estimado matrimonio Simó-Moreno, que pasaron su vida detrás de los mostradores, gloria a su vida y a la memoria de su recuerdo y a su legado comercial, que continúa vivo a día de hoy (2022), después de tres generaciones su familia continua sus pasos, oficios y dedicación en el mismo local con la empresa Torre-Agrícola S.L.

BIOGRAFIA DE FRANCISCO SIMÓ: Francisco Simó Roca nació en el mes de febrero del año 1908, era un joven muy trabajador y buen estudiante, pero al faltar su padre, con el sueldo de ferroviaria de su madre que estaba destinada de guardabarreras a la casilla del paso a nivel del camino viejo del mar, con su sueldo no se alcanzaba para comer la familia, con diez años Francisco viendo el problema de manutención, abandono la escuela de voluntad propia y por más que insistieron su maestro y su madre que continuara los estudios no cedió en su actitud y decidió trabajar y luchar en la vida para llevar un sueldo a casa y tratar de mejorar la situación económica de su familia formada por su madre, sus dos hermanas (Dolores y Ernestina) y Francisco, este desde los diez años fue concadenando un buen número de tareas y oficios, ayudante de un tratante de caballerías acarreando a pie los animales entre los municipios, fue ferroviario, corredor, comprador y exportador de productos agrícolas, labrador, empresario, y tuvo una etapa pública de unos años muy bien valorados por la población como concejal del ayuntamiento de Torreblanca….el primer trabajo de venta al público fue como empleado en la “CENS” en 1939, este era un establecimiento gubernamental donde estaba ubicada la tienda del economato nacional de suministros cuya obtención o adquisición de artículos básicos era por medio de la cartilla de racionamiento, este establecimiento creado en 1939 se encontraba en la zona de los lavaderos públicos al final de la calle Aljub en la calle de la Torre (el Rivet). 

- Este trabajo en la tienda de organización de las cartillas de racionamiento, fue tan renombrado por los vecinos que le confirieron su popular apodo “Simó el de la Cens”. 

- Posteriormente, Simó se estableció por cuenta propia formando una sociedad mercantil de cinco socios todos emprendedores y vecinos de Torreblanca, y montaron una tienda en la calle Labrador enfrente del callejón del Huerto, posteriormente se disolvieron, y en la calle Sichar, Simó creó una nueva sociedad empresarial, conformada por tres de los antiguos cinco socios, los cuales continuaron juntos el resto de toda su vida laboral hasta la jubilación de los mismos, estos emprendedores eran Julio Bruño, Vicente Franch y Francisco Simó.

- Aparte de la alimentación seca, piensos, granos, abonos, herramientas para el campo y todo lo habitual para el uso y consumo agropecuario también disponían de materiales para la construcción, también montaron una “trencadora de almendras” a nombre de la sociedad "La Auxiliar de la Construcción y del Agro" (inventario del año 1948), posteriormente la sociedad se estableció de alquiler en un nuevo local en la calle José Antonio que era el edificio del antiguo Teatro-cine Novedades, posteriormente en jubilarse Francisco Simó el antiguo teatro fue adquirido en propiedad por la hija y yerno de Francisco Simó, el joven matrimonio Vinuesa-Simó continuó el “comercio de la Sens”, y a los dos años decidieron transformar y rejuvenecer este emblemático local, donde totalmente renovado ha permanecido la familia unida trabajando a lo largo de muchos años hasta la actualidad, manteniendo el comercio vivo en este mítico local con historia, segmentado laboralmente principalmente en dos empresas el “supermercado Simó” (Supermercat Simó "La Sens" de la Avenida del Mar, alimentación y productos de gran consumo para la familia) y “Torre-agrícola” en el mismo solar pero en la parte posterior que da a la calle Sichar formando esquina con la calle Alcalde Paris, especialidades: productos agrícolas, abonos líquidos, fertilizantes, herramientas, asesoramientos técnicos, lucha contra las plagas, planteles, citricultura y múltiples servicios para el agricultor). 

LA BÁSCULA DE LA SENS: Los artefactos más importantes para la gestión de la Sens eran las básculas para pesar los géneros, aparte de la báscula de platos, la balanza de tienda de ultramarinos y las romanas colgadas en la pared, tenían en el lugar de despacho la típica báscula grande de almacén para pesar mercancías envasadas en cajas o sacos que les permitía pesar de una vez hasta 200 kilogramos o más en géneros, en esta báscula de almacén que era de plataforma de madera se pesaron todos los niños y niñas del pueblo, era una costumbre muy arraigada de la casa y de la tía Paca y Simó invitar a quién quisiera de los vecinos y clientes a pesarse en su báscula cuantas veces quisieran o necesitasen saber su peso por curiosidad o por su salud.        

LA IMPORTANCIA DEL TREN PARA LOS CORREDORES DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS Y PARA LAS TIENDAS Y COMERCIOS DE TORREBLANCA: El transporte por ferrocarril desempeñó a lo largo de un siglo (1865-1965) un papel muy importante y primordial para la economía local y el desarrollo de Torreblanca dentro de lo que es la importación y exportación de productos de mercado (productos agrícolas como algarrobas, almendras, naranjas, boniatos, vino, turba, pescado), uno de los inconvenientes del transporte de mercancías en tren eran los retrasos de entrega que se producían por el enganche y desenganche de los vagones y las sucesivas paradas en las estaciones durante el trayecto. Francisco Simó hasta la década de los años 60 recibía una mayoría de los productos por tren, las patatas para siembra era una de gran referencia de venta en la Sens, las importaba de Burgos vía ferrocarril, igualmente granos y simientes y el abono convencional (fosfatos, potasa, nitratos, amoniaco…). 

El 12 de marzo de 1865 fue la inauguración de la estación de Torreblanca, perteneciente al tramo del ferrocarril Benicasim-Ulldecona con una longitud de 80,562 km, de la empresa "Sociedad de los Ferrocarriles de Almansa a Valencia y Tarragona" (AVT).

A partir del año 1960, en Torreblanca la distribución comercial fue abandonando la opción del transporte comercial por ferrocarril, y toda la logística empresarial de distribución y repartos de géneros de gran consumo paso a servirse de los transportes por carreteras (furgonetas, camiones ligeros y camiones pesados para el transporte de larga distancia recorrían todo el país), y todo gracias a la aparición en el mercado de una masiva fabricación en España de vehículos diesel para la flota nacional de transportes facilitado por la inventiva industrial de diversas empresas españolas de la automoción creadas inicialmente por inventores particulares: Barreiros Diesel S.A. con la marca de camiones "Barreiros"; Enasa (Empresa Nacional de Autocamiones, S. A.) que fabricaba los famosos camiones "Pegaso"; Motor Ibérica con la marca de camiones "Ebro"; Aeronáutica Industrial S.A. (AISA) con la marca de camiones "Avia"; Sociedad Anónima de Vehículos Automóviles con la marca "SAVA",.... 

EN EL AÑO 1948, PARA TRANSPORTES EN CAMIÓN EN EL MUNICIPIO DE TORREBLANCA SE DISPONIA DE TRES CAMIONES LOCALES: A nombre de Francisco Traver, José Betoret Esteller y Benito Bayarri Sancho. 

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN E. PRADES):

"CENS" CENTRO ECONOMATO NACIONAL DE SUMINISTROS:  

EL RACIONAMIENTO EN ESPAÑA: El periodo posterior a la Guerra Civil española estuvo marcado por la escasez de bienes y alimentos . Una orden Ministerial de 14 de mayo de 1939, estableció el régimen de racionamiento en España para los productos básicos alimenticios y de primera necesidad. El gobierno decretó la intervención de determinados productos alimenticios y su distribución por la Comisión General de Abastecimientos y Transportes (CGAT). Al principio la cartilla era familiar y cada persona tenía derecho a una ración de alimentos. Como el censo del racionamiento superaba en un millón de personas al censo de población en toda España debido al fraude de tener varias cartillas y a la inclusión de difuntos, en mayo de 1943 (BOE de 15 de abril de 1943), al mes de la entrada en vigor de la cartilla individual, el número de racionados en España era de 27.071.978 personas. 

Se establecieron dos cartillas de racionamiento, una para la carne y otra para el resto de productos alimenticios. Se dividió a la población en varios grupos: hombres adultos, mujeres adultas (ración del 80% del hombre adulto), niños y niñas hasta catorce años (ración del 60% del hombre adulto) y hombres y mujeres de más de sesenta años (ración del 80% del hombre adulto)., Entre los años 1939 y 1952, la cartilla de racionamiento y su colección de cupones establecían las raciones diarias o semanales de alimentos básicos y de primera necesidad como la leche, patatas, legumbres, arroz, azúcar, etc. que se podían obtener en las tiendas, economatos o cooperativas de la localidad donde estaba inscrita la cartilla.

LEYES DEL RACIONAMIENTO EN ESPAÑA:

- Ley de 10 de marzo de 1939 de creación de la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes.

- Decreto de 28 de abril de 1939 sobre organización y funciones de la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes

- Ley de 10 de marzo de 1939 de creación de la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes.

- Ley de 24 de junio de 1941 por la que se reorganiza la Comisaría General de Abastecimientos y transportes

- Real Decreto 2924/1981, de 4 de diciembre, por el que se reestructuran determinados órganos de la Administración del Estado.

¡GLORIA ETERNA A LOS COMERCIOS TRADICIONALES, POR SU HISTÓRICA LABOR Y CONTRIBUCIÓN AL DESARROLLO SOSTENIBLE DE LA VIDA Y LA ECONOMIA EN LOS PUEBLOS! .

ARCHIVO:

Francisca Moreno Fabregat y Francisco Simó Roca. 
 
Francisco Simó junto a otros miembros compañeros
de la corporación municipal de Torreblanca en la puerta del ayuntamiento.


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