GENTES,
COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE
CASTELLÓN:
"UN TORREBLANQUINO ILUSTRE, EL DOCTOR DON JOSÉ CLARÁ PIÑOL".
JUAN EMILIO PRADES BEL
José Clará Piñol nació
en Torreblanca en el año 1858, toda la huella profesional dejada por el doctor Clará está
en Castellón, de donde es Hijo Adoptivo. Su prestigio como cirujano y su gran
obra sanitaria propiciaron la Gran Cruz de la Orden de Beneficencia y el
nombramiento como Académico de la Historia. Tiene a su nombre la principal
avenida del Hospital Provincial. Según se afirma, su familia cedió los terrenos
para la construcción del actual Hospital Provincial, del que fue su director, fue
Concejal del Ayuntamiento de Castellón. Don José Clará falleció en el año 1946.
EXPOSICIÓN DOCUMENTAL:
"JOSÉ CLARÁ PIÑOL, OPERADOR DE LEYENDA EN AÑOS DE EPIDEMIAS", POR SALVADOR BELLÉS, DE SU LIBRO TITULADO “SERES HUMANOS DE
CASTELLÓN”.
Don José Clará Piñol falleció el 11 de
noviembre de 1946, cuando era concejal del Ayuntamiento que presidía Benjamín
Fabregat. Hubo capilla ardiente en el salón plenario y al entierro asistió toda
la Corporación bajo mazas. El hoy jubilado regente Ramón Miralles ya estaba de
botones en el municipio. Al preguntarle si fue muy solemne el entierro, me lo
confirmó: ―”Mucho. Puede que fuera el último gran entierro de la época, con
caballos blancos, plumajes, muchas coronas y cientos de personas en Santa
María”. Familia del escultor de Olot, Josep Clará, aunque oriundos de Blanes,
un grupo de los Clará, los Clará Gelpi,
apareció por nuestras tierras a principios del siglo XIX. Un padre y cuatro
hermanos de los que tres se instalaron en Castellón. El cuarto, Isidro, se
trasladó a Torreblanca, donde abrió un comercio de tejidos y contrajo
matrimonio con Justa Piñol. Tuvieron cinco hijos, José, Isidro, Emilio, Tomás y
Cristina. La página de hoy es para el primogénito, José, cirujano de leyenda
que, cuando supe que se casó con una prima hermana suya, despertó mi instinto
indagador y no pude evitar preguntarle a su nieta María si no tuvieron
dificultades para la boda. Y me lo aclaró: ―”Y tantas que tuvieron. Aquí no
había manera de conseguir la autorización, pero mi abuelo era muy decidido y él
mismo se fue a Roma para conseguir la conformidad del Papa. Parece que el amor
salvó todos los inconvenientes...” La fuerza del amor.
LA VIDA: El 1 de octubre de 1858
nació en Torreblanca José Clará Piñol. Después de las primeras letras y los
juegos infantiles con su amigo de siempre, Trinitario Betoret, pariente próximo
con gran descendencia en Castellón, Clará fue acogido en la casa de la tía
Victorieta en la calle de Mealla. Cursó el bachillerato en el instituto de la
calle Mayor, que fuera convento de Santa Clara y de allí salió para estudiar en
Valencia Medicina y Cirugía, carrera que terminó a los 22 años, y abrió su
consulta en la calle de Caballeros, cerca del
entonces hospital de Trullols, de la plaza de las Aulas. Tenía tanto apego a la
familia que, de inmediato, el 8 de noviembre de 1882, contrajo matrimonio en
Santa María con Dorita Clará Ferré, prima hermana con la que inició los
primeros sueños de amor en casa de la tía Victorieta, también madrina de la
boda. El 4 de enero de 1883 fue nombrado cirujano primero del Hospital. Y
enseguida, médico forense. Su prestigio se acrecentó cuando, además de la
práctica de sus especialidades, con medios materiales rudimentarios, se volcó
hacia los servicios hospitalarios de tipo general y atendió con entusiasmo la
investigación y los traba- jos de laboratorio que le convirtieron en pionero de
la medicina preventiva a través de la aplicación de vacunas, con la luminaria
del biólogo francés Louis Pasteur y su
vacuna de la rabia. El hospital de Trullols de Castellón fue referencia básica
igualmente con motivo de la epidemia del cólera que brotó en media Europa,
también en nuestro país, con focos virulentos en la provincia castellonense. El
doctor Clará tuvo ocasión de trabajar en perfecta sintonía con el joven
bacteriólogo Jaime Ferrán, responsable de dirigir en España todas las
operaciones sanitarias. Las observaciones de José Clará aportan luz al tema: ―”Fueron
experiencia memorables. Los procedimientos vacunales se hallaban en sus albores
y no teníamos antecedentes. Ferrán empleó ya una vacuna con gérmenes vivos y
abrimos nuevos horizontes en las técnicas de vacunación preventiva”. Como
cirujano, efectuó operaciones a enfermos de toda la provincia. En la prensa
local proliferaban las caricaturas del doctor Clará rodeado de cojos y mancos;
eliminaba miembros del cuerpo a cambio de salvar vidas humanas. Y creó los
servicios oficiales de Higiene para atender a la infancia. En 1898 ganó las
oposiciones para Inspector de Sanidad, asumió la dirección del Hospital y
sufrió la lentitud en la construcción del nuevo majestuoso edificio y complejo
hospitalarios, los actuales, en la carretera de Alcora. Presidente honorario
del Colegio de Médicos, recibió la Gran Cruz de la Orden de Beneficiencia, fue
nombrado Académico de la Historia y, con gran alborozo, Hijo Predilecto de
Torreblanca. El 7 de junio de 1922 recibió la gozosa noticia de su nombramiento
como Hijo Adoptivo de Castellón. Estuve hace un tiempo en la casa que abre el
pasaje José García desde la calle de Enmedio, donde todavía vibra el recuerdo
desde las mujeres "Clará". Le sobrevivieron tres hijas, María, Josefa y Pilar.
María fue la madre de María, mi interlocutora de este tiempo. En aquella casa
me impresionó la gran fotografía de 1940 con Clará ya mayor, rodeado de
enfermeras voluntarias de la Cruz Roja. Allí pude reconocer a Rosario Queralt, Concha Alloza, Isabel
Vicent, Isabel Sanz, María Juan, "Conchitín" Gironés... En la guerra civil,
aunque ya jubilado, fue respetado por ambos bandos contendientes y pudo seguir
con su gran labor sanitaria. Al final de sus días, todavía ofreció sus
servicios al Ayuntamiento, del que acabó siendo concejal. Un munícipe humanista
que comentaba sus votaciones con frases de Horacio. El año 1918 una fecha
imborrable para la sanidad castellonense, ya que a finales del verano se
declaró una epidemia fortísima de gripe a la que el pueblo denominó la ́cucaracha
́. Los focos se dispersaron por la provincia. El primero provocó gran número de
muertes por el Maestrazgo, en San Mateo, Catí, Xert, Morella y después
Salsadella, Alcalá y Torreblanca. Poco a poco se fue propagando también por
Eslida, Torás, Segorbe..., pero es que cada día llegaban a Castellón 30 ó 40
casos de enfermos graves que tenían que ser encamados en el Hospital
Provincial, afectando igualmente a los vecinos de la capital. Como Inspector
Provincial de Sanidad el doctor Clará dirigió las operaciones de atención a los
enfermos, visitó cada uno de los pueblos afectados y marcó la pauta a seguir
a todo el personal sanitario. El centro de mando lo tenía en el propio
hospital, pero sus viajes diarios a las zonas con mayor incidencia, auténticas
odiseas, ayudaron a forjar el carácter responsable y vigoroso. La violencia de
la “cucaracha “ asoló a media España, pero enriqueció el concepto de sanidad
civil con muchos avances, especialmente en la necesidad de vacunaciones
masivas, de las que fue pionero José Clará.
Reconocimientos:
En el año 1919 su pueblo natal, Torreblanca, le distinguió con el título de hijo predilecto.
En 1922 fue nombrado hijo adoptivo de Castellón y presidente honorario del Colegio de Médicos, año en el que también recibió la Cruz de la Orden Civil de Beneficencia.
Reconocimientos:
En el año 1919 su pueblo natal, Torreblanca, le distinguió con el título de hijo predilecto.
En 1922 fue nombrado hijo adoptivo de Castellón y presidente honorario del Colegio de Médicos, año en el que también recibió la Cruz de la Orden Civil de Beneficencia.
DEDICATORIA DE CALLES: Más de la mitad de los municipios de la provincia de Castellón, le dedicaron el nombre de una calle o avenida al doctor Clará, para honor y memoria de esta eminente persona por su reconocidísima labor de dirección médica al frente de la lucha contra la pandemia.
BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y
FUENTES DOCUMENTALES:
- SALVADOR BELLÉS, DE SU LIBRO TITULADO “SERES HUMANOS DE
CASTELLÓN”
- Salvador Bellés, “José Clará Piñol. Seres humanos de Castellón: Operador de leyenda en años de epidemias”, en El Periódico Mediterráneo, Castellón, 22 de junio de 2003.
- Salvador Bellés, “José Clará Piñol. Seres humanos de Castellón: Operador de leyenda en años de epidemias”, en El Periódico Mediterráneo, Castellón, 22 de junio de 2003.