(Sinopsis):
RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…
El gran movimiento cátaro fue calumniado, desacreditado y destruido por la inquisición romana. En el año 1321 fue ejecutado el último profeta cátaro Guillem Belibaste. Atrapado por los inquisidores, él enunció un presagio: “¡Justo dentro de 700 años el laurel reverdecerá, y los cátaros volverán a la tierra!..”
De los cátaros, en realidad, no quedó nada. Fue borrada toda memoria sobre ellos, y en las hogueras de la inquisición murieron todos los que se compadecían y simpatizaban con los cátaros.
“¡Se ha cumplido la profecía –el laurel ha verdecido de nuevo! –afirma el profeta. – ¡Eso significa que los cátaros han vuelto a la tierra, y nacerá la nueva democracia, comenzará el gran movimiento de los humanistas, la cultura única, en realidad la nueva civilización del puro amor. Texto escrito por Miguel Marty en Los cátaros los hombres buenos.
GUILLEM BELIBAST: es en francés Guillaume Bélibaste o Guilhèm de Belibasta en lengua occitana, fue un perfecto cátaro nacido en el año 1280 en la villa de Cubières-sur-Cinoble (Rasez) en el seno de una familia cátara. En 1306 mató a Barthélémy Garnier, un pastor católico de Villerouge-Termenès (dominio del arzobispo de Narbona); fue llevado a juicio y declarado culpable, por lo que se vio obligado a pasar a la clandestinidad acercándose así a la religión cátara. Fue ordenado perfecto en Rabastens por Philippe d’Alairac. Pronto fue encarcelado junto con Philippe d’Alairac en las mazmorras de Carcasona de donde se escapó en 1309, y se refugió en Cataluña donde tomó el nombre de Pierre Penchenier. En 1314 se estableció en Morella, y de ahí pasó al poblado próximo de San Mateo donde había una comunidad cátara. En San Mateo entabló amistad con Raymonde Piquier, y la hizo pasar por su mujer (los perfectos cátaros hacían ver que eran laicos ante los católicos). Pronto pasó a dirigir la comunidad de San Mateo. En 1320 dejó embarazada a su compañera, cosa que no estaba permitida entre los cátaros, puesto que suponía romper el voto de castidad. Entonces casó a su mujer con su amigo Pierre Maury, a quien atribuyó la paternidad, pero, celoso, deshizo el casamiento. En 1321 fue atraído con mentiras al Languedoc por Arnaud Sicre, un agente secreto de la Inquisición, al pasar por la localidad de Tírvia, en el Obispado de Urgel, fue denunciado por Arnaud Sicre al corregidor del conde de Foix, señor del lugar, y fue encarcelado en Castellbó. Fue juzgado en Carcasona por Jacques Fournier obispo de Pamiers y responsable máximo de la inquisición en la región. Más tarde este hombre sería papa con el nombre de Benedicto XII. Ese mismo año de 1321, Guillaume Bélibaste murió quemado en Villerouge-Termenès, fue el último perfecto cátaro quemado por la Inquisición.
RUTA CÁTARA: La Ruta Cátara, también conocida como el Camino de los Buenos Hombres, es un sendero de gran recorrido (GR-107), que se desarrolla durante casi 200 km por las comarcas españolas del Berguedà y la Cerdanya (Cataluña), y el departamento francés de Ariège. Un itinerario que evoca la huida de los cátaros occitanos, perseguidos por la Inquisición durante los siglos XII y XIII, y que ofrece al caminante pueblos medievales, iglesias románicas, castillos y un entorno natural transpirenaico de gran belleza.
Carter
Scott en “Los Cátaros”: “Cuando los enigmas son quemados en las
hogueras de la inquisición, siempre quedan “cenizas” que pueden dar forma a una
apasionada historia, más si ésta corresponde a los “buenos hombres” y a las
“buenas damas” del Catarismo, que fue la religión de los “auténticos
cristianos”. Todos ellos dieron cobijo y aliento a los trovadores, crearon una
de las primeras democracias de Europa y predicaban la solidaridad, sin embargo,
la iglesia romana los consideró la herejía y se arrojó sobre ellos para
exterminarlos, esta trágica empresa dio pie a las más sublimes muestras de
heroísmo; mientras, la codicia, la traición y la envidia tejían una red mortal
casi indestructible”.
NOTA-COMENTARIO: De Eduardo Ferreres a Juan E. Prades: "Bellibaste fue detenido en la Pascua de 1321 en Tirvia y Castellbo. Fue traicionado por Arnaud Sicre. El engaño fue llevarlo a la comarca del Pallars, no al Languedoc para hacer un casamiento cátaro. Antes de morir es cuando exclama la frase "dentro de 700 años, el laurel reverdecera".