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miércoles, 22 de mayo de 2019

MANUEL VIDAL Y SALVADOR, UN TORREBLANQUINO ILUSTRE.


GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE TORREBLANCA Y TORRENOSTRA EN LA PROVINCIA DE CASTELLÓN: 
Por JUAN EMILIO PRADES BEL (taller de historia, memorias y patrimonios).
(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…
(Temáticas): DATOS PARA LA HISTORIA DE TORREBLANCA-TORRENOSTRA. 

"DON MANUEL VIDAL Y SALVADOR, UN TORREBLANQUINO ILUSTRE EN LA CORTE REAL".

Investigador: D. Francisco Roca Traver, Real Academia de la Historia, biografías.
(Vidal y Salvador, Manuel. Torreblanca (Castellón), 1635 – Madrid, 20.XI.1698. Literato y jurista).
Manuel Vidal y Salvador nace en Torreblanca (Castellón) en el año 1635, hijo de Pedro Vidal Máñez, oriundo de Alcalá de Xivert, y de Serafina Salvador Monner que, ya viuda en el año 1698, residirá en Tronchón, con otro hermano de Manuel. Coetáneo del trinitario fray José Rodríguez, gracias a este cronista se conocen muchos datos de la vida del autor: siendo aún muy joven cursó los rudimentos de gramática, pasó pronto a la Universidad de Valencia, donde, primeramente, se graduará como bachiller en Artes, el 30 de marzo de 1680, y como maestro en esta materia el 28 de abril del mismo año. Continuará sus estudios en la Universidad valentina con tal aprovechamiento que cinco años después —en junio de 1685— se graduaba en Leyes y, seguidamente, obtenía su doctorado.
   Su juventud transcurrió en Valencia, aprendiendo lenguas clásicas y modernas como el italiano, de tanta trascendencia para sus posteriores destinos en la Corte. Tanto Ximeno como Rodríguez se refieren a las primeras comedias que Manuel Vidal escribió diciendo que las compuso a los dieciocho años y una de ellas —La alameda de Valencia— muestra, en la vertiente de la comedia urbana, un conocimiento muy aproximado de la ciudad, sus costumbres y particularidades locales del idioma, como el ceceo de los criados.
   Pasados sus estudios, grados y aun sustituciones en cátedra de su Universidad, ejercerá la abogacía cuando, bien pronto, se traslada a Madrid, en 1685, donde abrirá su despacho y se iniciará, con gran lucimiento, en su vocación como escritor e inspirado poeta; a su condición de insigne jurista añadirá sus dotes de humanista, llegando a ser en Madrid un gran experto en lenguas clásicas y modernas. Ya en la Villa contrae matrimonio con Josefa de Fuentes, de quien tendrá un hijo póstumo —Manuel José—, nacido el 23 de diciembre, que tan solamente sobrevivirá cinco meses, pues fallecerá el 23 de mayo de 1699.
   Su sólida formación jurídica y el profundo conocimiento de idiomas le abrieron pronto las puertas de Palacio. Comenzó componiendo poemas y comedias, con ocasión de las fiestas de los Reyes, obligándole a componer con premura, de suerte que fue agasajado por aquella nobleza cortesana, tanto en el Coliseo del Retiro como en el Salón de Palacio.    El padre Rodríguez revela que sus comedias “se representaron en los Teatros Públicos de Madrid y en los de las mayores ciudades de España”.
   El real agrado y sus cualidades intelectuales le permitieron ir escalando puestos importantes en la Administración: oficial de la Secretaría del Consejo de Estado, en la negociación de Italia y en la de España y del Norte, obteniendo el título de traductor de lenguas. Posteriormente, logrará el cargo de secretario del Consejo de Estado, oficio que no alcanzará por la prematura muerte —en 1698— de la Reina, si bien luego sería muy considerado por la nueva reina, María Ana de Neoburgo.
   El mecenazgo de la Reina le permitió entrar en la camarilla de dramaturgos, de manera que, solamente en 1688, se representaron en la Corte hasta dieciocho comedias. Todo ello levantó envidias, incluso hasta el punto de que se le impidiera ejercer de “apuntador” en sus propias comedias por no ser oriundo de la Corona de Castilla.
   Mas, a pesar de sus éxitos, sorprendentemente en su vida familiar conoció las estrecheces económicas —en ocasiones debe recurrir a préstamos onerosos, aceptar créditos—, que salvó gracias a su despacho. En 1690 se levanta el luto regio y se inician las representaciones de comedias pero, solamente entre 1693 y 1695, volverá a estrenar.
   Fray Rodríguez confiesa, asimismo, no haber encontrado nada impreso del autor, de manera que “ni de sus manuscritos he podido saber dónde han parado”, mas, si en su tiempo se hubiera publicado algo, la firma de Vidal y Salvador hubiera alcanzado gran fama, notoriedad y prestigio. Agobiado por grandes preocupaciones, achacoso de salud y temiendo por su esposa embarazada, el autor decide el 6 de septiembre de 1698 otorgarle poderes para que en su nombre pudiera dictar su testamento. Fallece a las dos de la tarde del 20 de noviembre de 1698, siendo sepultado en la parroquial de San Martín, de los religiosos benedictinos.
   Se pueden agrupar sus obras de la siguiente manera: obras dramáticas (entre las que destacan La alameda de Madrid y confusión de un paseo; El mejor sol de la vega; La hermosura en la fiereza; Amar a dos y a uno solo; La fragancia de las rosas y prodigios del rosario; La estrella del mejor puerto; El ángel de las escuelas, Santo Tomás de Aquino;   El fuego de las riquezas y destrucción de Sagunto; La toma de Buda por el Duque de Lorena; El sol robado de un ciego y el Panal en el león); autos sacramentales (Música enseña el amor; Contra el encanto, el escudo; El ángel del Día de Corpus Christi y Segundo Salomón, Santo Tomás de Aquino; El hijo pródigo); y comedias (Los elementos de amor: voz, cristal, luz y color; Amor procede de amor; Amor es entendimiento; Amor, firmeza y corona; Amor es esclavitud; Obsequios enciende el mármol; Céfalo y Procris; Paces de ingenio y belleza; Disimular es vencer; La colonia de Diana). Además, entre sus obras no dramáticas se cuentan hasta nueve títulos, entre los que sobresalen los Poemas fúnebres a la temprana muerte de la reina nuestra Señora doña María Luisa de Orleáns, en un romance mayor, una octava y un epicedio latino de metro sáfico. Es autor, asimismo, de Grandezas de la lengua valenciana.
BIBLIOGRAFIA: V. Ximeno, Escritores del Reyno de Valencia, Valencia, Joseph Estevan Dolz, 1749; C. A. de la Barrera, Catálogo bibliográfico y biográfico del teatro antiguo español, Madrid, Imprenta de M. Rivadeneyra, 1860, pág. 477; J. Cejador y Frauca, Historia de la lengua y literatura castellana, vol. V, Madrid, Tip. de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1916, págs. 288-289; J. Soler Carnicer y F. Pérez Moragón (dirs.), Gran Enciclopedia de la Región Valenciana, vol. XII, Valencia, 1973, pág. 201; Eduardo Betoret París, Introducción a Manuel Vidal Salvador (siglo XVII) con la comedia inédita El sol robado de un ciego y El panal en el león (facsímil), Castellón, Sociedad Castellonense de Cultura, 1975; Sagunto en Manuel Vidal Salvador: El fuego de las riquezas y la destruizión de Sagunto (facsímil), Madrid, Confederación Española de Cajas de Ahorros, 1980; J. Vellón Lahoz, “Manuel Vidal y Salvador: el intelectual valenciano y la Corte de los Austrias. Un modelo de Cultura centrípeta”, en Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, LXV (1990), pág. 242; E. Rodríguez, “La literatura y el teatro como documentos: mito e historia en Manuel Vidal y Salvador”, en Actes del IV congrés d’Història i Filología de la Plana, Nules (Castellón), Ayuntamiento, 1996, págs. 137-167.
Autor: Francisco Roca Traver, Real Academia de la Historia, biografías.

Obras dramáticas de Manuel Vidal y Salvador:

La Alameda de Valencia y confusión de un paseo.

Amor es esclavitud.

Amor, firmeza y corona.

La Colonia de Diana.

Contra el encanto el escudo (Auto sacramental).

Disimular es vencer.

Los elementos de amor, voz, cristal, luz y color.

Música enseña el amor (Auto sacramental).

Paces de Ingenio y Belleza.

El sol robado de un ciego y el panal en el león.

La toma de Buda por el duque de Lorena.

ARCHIVO, TORREBLANCA.




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