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domingo, 19 de diciembre de 2021

EL TATO.

 

GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE TORREBLANCA Y TORRENOSTRA EN LA PROVINCIA CASTELLÓN:

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR....

POR JUAN E. PRADES BEL, "Pragmátic" ("Espigolant Cultura": taller de historia, memorias y patrimonios).

(Serie): LUGARES Y TOPÓNIMOS DE LA GEOGRAFÍA DE MUNICIPIO DE TORREBLANCA, EN LA COMARCA PLANA ALTA, CASTELLÓN, COMUNIDAD VALENCIANA).

"LEYENDAS SOBRE EL ORIGEN DEL NOMBRE DE LA "CARRASSA DEL TATO", "CAMÍ DEL TATO" O "CARRERASSA DEL TATO"".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.

INTRODUCCIÓN:  El camino agropecuario del Tato o “carrassa del Tato” es un camino antiguo del término municipal de Torreblanca, y servía de enlace entre las grandes vías pecuarias de la "carrerassa de Mon Rossi" y la "carrerassa dels Mollons", este camino rural tiene sus orígenes y motivos fundacionales inicialmente en la expansión de la ganadería extensiva para permitir el acceso de los rebaños a los salobres, se trata pues de un histórico camino ganadero del término de Torreblanca, donde tenían un paso preferencial los animales y los rebaños de ganado que pastaban en extensión. A mitad de los años 70 del siglo XX el antiguo camino de piso de tierra y piedras fue asfaltado, siendo alcalde D. José Doménech Betoret. La "carrassa del Tato", es un camino recto bien diseñado de unos 3500 metros de longitud, y discurre entre el camino de las Marjales o "carrerassa dels Mollons" y finaliza en llegar a la raya de confluencia con el término municipal de Alcalá de Xivert, donde continua por este término como camino vecinal con el firme de tierra y un trazado serpenteante y sinuoso que finaliza al "mas del Rull", junto al cauce del río Cuevas-San Miguel o río Segarra.

LA LEYENDA SOBRE EL ORIGEN DEL TOPÓNIMO "EL TATO" ASIGNADO COMO DENOMINACIÓN DE ESTE CAMINO RURAL DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE TORREBLANCA: El hecho o la causa que motivaron la denominación para este camino rural con el nombre de “El Tato” no la se con exactitud o certeza porque no conozco ningún documento escrito que nos lo aclare, pero sí que existen varias leyendas populares que hacen alusión y referencia a apodos de personas (vecinos, familia dels Tatos), posiblemente algún Tato fue alcalde y abrió este camino o acondiciono su firme, otros personajes de la leyendas del camino eran un bandolero y un torero, es lo que me contaban los mayores hace cincuenta años sobre este topónimo que venia de antiguo, de las leyendas que me contaron uno de los relatos era muy épico y me gusto mucho, el cuál a continuación transcribo, el motivo era el poco tráfico de uso de paso por este camino porque era muy malo y por el se decía jocosamente que no pasaba ni el Tato (No pot passar ni el Tato), tomando como referencia humana para el refrán el nombre artístico de Antonio Sánchez García (1831-1895), que fue un famoso torero sevillano y gran leyenda de la tauromaquia, el Tato era un personaje mediático y muy famoso, querido, conocido y eternamente nombrado, en su época no se perdía ni un evento donde estuviese, ya fuese social o taurino, era un hombre de estar en la calle y con la gente y tal fue su éxito en las plazas de toros de España que figuraba en casi todos los importantes carteles taurinos de España. Ni siquiera faltaba a los eventos después de que, a causa de una cogida grave, le amputasen una pierna por debajo de la rodilla, que pudo reponer dicha pérdida con una réplica de madera que le facilito y regaló un inventor ortopédico de Puertollano llamado Juan Antonio que de oficio era carretero. De ahí que, visto que el Tato estaba en todas partes se crearon dichos, si en algún sitio no hay nadie o hay poca gente, o ante la escasez de afluencia a un evento, cita o espectáculo, se decía y se dice “No ha venido ni el Tato”. Este eterno y afable personaje a sido fuente de inspiración para muchos otros refranes populares españoles “No lo conoce ni el tato”, “No lo mata ni el Tato”, "No lo coge ni el Tato", “No lo ha visto ni el Tato”….

Informació facilitada per l'amic Paco Carda: "En eixa "carrassa" entre la carretera Vella de la Mar i la "carrassa Mon Rossi", tenen una finca els Tatos (Carolinos) cosa que no sé si tindrà relació el nom de la "carrassa del Tato en esta familia".

BIOGRAFIA DEL TATO por José Luis Ramón Carrión.

Antonio Sánchez García. El Tato. Sevilla, nacido el 6 de febrero de 1831 – falleció el 7 de febrero de 1895. Torero.

Nacido en el barrio de San Bernardo y crecido como aprendiz de torero en el matadero sevillano, participó luego en numerosas capeas, en las que pronto adquirió nombre y prestigio. Cuenta José María de Cossío que durante los años 1849 y 1850 participó como novillero en una cuadrilla de pegadores portugueses. A partir de 1851, figuró como puntillero (es decir, aún no llegaba ni a banderillero) en la de Juan Lucas Blanco.

En 1852 se contrató como banderillero en la cuadrilla de Francisco Arjona Herrera Cúchares. El 31 de octubre de ese año, su maestro le cedió en Madrid el toro Estornino, de José Picavea. Velázquez y Sánchez, autorizado biógrafo de Tato, da ésta como la corrida de la alternativa del sevillano; sin embargo, Cossío, apoyándose en Peña y Goñi, primero, y luego en Ramírez Bernal, da por hecho que en ese festejo Antonio Sánchez intervino como sobresaliente sin alternativa. Es interesante resumir la reseña que de esta corrida hace López Izquierdo, porque da una idea muy cabal sobre cómo se desarrollaban entonces algunas corridas de toros. En ese festejo, Cúchares se anunció con cuatro toros a plaza entera (el cuarto, como se sabe, se lo cedió a Tato); mientras que, a plaza partida, intervinieron Manuel Trigo y Manuel Arjona. Es decir, la categoría de Cúchares le permitía torear cuatro toros y hacerlo con el ruedo completo, mientras que sus dos compañeros torearon al unísono con la plaza dividida en dos mitades.

El doctorado llegó al año siguiente: herido Julián Casas Salamanquino en Madrid el 24 de octubre de 1853, Tato le sustituyó el día 30, festejo en el que tomó formalmente la alternativa, oficiando Cúchares como padrino de la ceremonia. Dejó buena impresión, siendo contratado para el año siguiente. Dice Cossío: “Afirma el Tato su prestigio en las temporadas siguientes. Hasta su forzosa retirada tan sólo deja de torear en la plaza de Madrid las temporadas de 1855, 1857, 1862 y 1867; es decir, cuatro años en dieciséis de matador. En 1855 aún no había logrado el Tato la maestría con la espada que había de ser el mejor recuerdo de su paso por el mundo taurino. En los quites, el galleo y jugueteos con el capote consistía el mejor resorte de su buen éxito”.

Tuvo muchos triunfos y varias cornadas en los años siguientes, en los que mantuvo en una buena posición en la Fiesta. Cuenta Cossío una anécdota muy famosa en el mundo del toro: “El día 5 de enero de 1861 tiene lugar su unión con Salud Arjona y Reyes, hija de su antiguo maestro Cúchares, quien consiente gustoso en la boda [...], aunque no sin prevenir cautamente a su hija, diciéndola: «Hija, no creas que todos los toreros son como tu padre, que os dice vuelvo y vuelve; que casi todos suelen volver en carta o por alambre. [...] Esa temporada fue la más brillante de cuantas hasta entonces había concluido”.

A partir de 1863 surgió una gran rivalidad con Antonio Carmona Gordito, que tuvo su continuidad en una declarada enemistad fuera de los ruedos. Como siempre, los partidarios de uno y otros hicieron sus respectivas campañas. En Madrid, la afición se puso claramente de parte de Tato, lo que no sucedió por igual en el resto de las plazas de España, en especial en la de Cádiz, totalmente favorable al Gordito. En los ruedos la rivalidad finalizó el 7 de junio de 1869. Anunciado el Tato en Madrid con Rafael Molina Sánchez Lagartijo y Salvador Sánchez Povedano Frascuelo, el cuarto toro, Peregrino de nombre y de la ganadería colmenareña de Vicente Martínez, le infirió una cornada de cuatro centímetros de longitud por tres de profundidad en el tercio medio superior de la pierna derecha. Aunque fue intervenido por los más afamados cirujanos madrileños, la herida se infectó y se declaró la gangrena. El lunes 14 de junio se le amputó la pierna. Tato aguantó con entereza las curas y la intervención y, cuentan los textos, que una vez que le cortaron la pierna por debajo de la rodilla, dijo resignado “¡Adiós Madrid!”, frase que se hizo célebre. Tras el implante de una pierna ortopédica, intentó regresar a los ruedos, pero sus fallidos intentos, el 14 de agosto de 1871 en Badajoz y el 4 de septiembre de ese mismo año en Valencia, le hicieron desistir de seguir intentándolo. Poco después fue nombrado repartidor de carne del Matadero de Sevilla. “El declinar de su vida debió ser melancólico —señala Cossío—; pero la fortuna, reunida con los toros y aumentada con su buena administración, debió endulzar sus nostalgias”. Y concluye Cossío: “Visto con perspectiva histórica no puede decirse que fue una primera figura del toreo, pero ocupó dignamente el puesto de ellas en momentos de crisis de la fiesta e intensificó el brillo de su fama con las dobles luces del valor y de la desgracia”. La pierna del Tato se hizo famosa por estar expuesta al público, según Sánchez de Neira, “en una ampolla o vasija de cristal, con los espíritus necesarios para su conservación”, en una farmacia de la calle Fuencarral de Madrid. La botica y la pierna (“la reliquia”, como la denomina con humor este autor) desaparecieron a consecuencia de un voraz incendio.

BIBLIOGRAFIA: J. Sánchez de Neira, El Toreo. Gran diccionario tauromáquico, Madrid, Imprenta de Miguel Guijarro, 1879 (reed. Madrid, Turner, 1988, págs. 193-197); P.P.T. (seud. de A. Ramírez Bernal), Memorias del tiempo viejo, Madrid, Biblioteca Sol y Sombra, 1900 (ed. Madrid, Unión de Bibliófilos Taurinos, 1996, págs. 41-48); J. M. Cossío, Los toros. Tratado técnico e histórico, vol. III, Madrid, Espasa Calpe, 1943, págs. 865-871; Don Ventura (seud. de V. Bagués), Historia de los matadores de toros, Barcelona, Imprenta Castells-Bonet, 1943 (ed. Barcelona, De Gassó Hnos., 1970); L. del Campo Jesús, Tato y Currito, hijos de Cúchares, en Pamplona, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, Dirección de Turismo, Bibliotecas y Cultura Popular, 1980; W. Lyon, La pierna del Tato (Historias de toros), pról. de J. Vidal, Madrid, El País, 1987; F. López Izquierdo, Plazas de toros de la Puerta de Alcalá (1739-1874), Madrid, Unión de Bibliófilos Taurinos, 1988; F. Claramunt, Historia ilustrada de la Tauromaquia, Madrid, Espasa Calpe, 1989; D. Tapia, Historia del toreo, vol. I, Madrid, Alianza Editorial, 1992; N. Luján, Historia del toreo, Barcelona, Destino, 1993 (3.ª ed.). 

Agradecimientos: A José Luis Ramón Carrión, a Antonio Sanchez, a Paco Carda, ....

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

ARCHIVO: EL TATO.

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