TALLER DE ESCRITURA TORREBLANCA 2025. ASOCIACIÓN “TORREBLANCA POR AMOR AL ARTE“.
COLABORACIÓN DE JUAN EMILIO PRADES BEL:
EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....
(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR...
Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL: ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).
“MEMORIAS AL PIE DEL CAMINO. LA NOSTALGIA DE TRES KILÓMETROS DE RETROSPECTIVAS HISTORIAS”.
“Y justo ese día se me estropeo el
coche”, ese día domingo y sin taller, justo ese el día de la semana que
esperaba la edificante salida de viaje distensión y aprendizaje cultural, pero así es la vida y al mal tiempo hay que ponerle buena cara, y a
pie salgo de paseo para digerir la viajera frustración.
- Enfilo desde mi casa los pasos hacia los caminos agrícolas
que antaño transitaba con más asiduidad, con dirección de dirigirme hacia el mar por un camino
de terrenos antes vivos, pero en la actualidad desolados y en gran parte
abandonados, pero de gratos recuerdos, y vivos en mi memoria por los contactos directos e indirectos que a
lo largo de mi vida he tenido con la historia local:
- La ruta recorrida, y las historias y memorias que recuerdo durante el itinerario:
- Nada más iniciado el paseo, un camino a la izquierda cortado, hoy solo un camino agrícola, se trata del primer tramo del “Cami Vell de la Mar” por el que
Hemingway pudo llegar a la punta de Capicorb en mayo de 1938.
- Ante los ojos de todos es de admirar
la profunda rasa que abre las puertas a un magnífico mural geológico, obra de
un costoso trabajo de apertura del monte a mano, de una gran obra de la década
de los años 50, cuando se construyó la actual carretera de Torrenostra y el
paso inferior de la magnífica obra del puente alcantarilla de la vía del
ferrocarril.
- Tuerzo a mi derecha hacia la cavidad
del nombrado “Engulidor”, una dolina que apareció tras un bombardeo y la
explosión de varios trenes cargados de trilita y municiones, recuerdo las
máquinas de vapor ametralladas aparcadas en una vía muerta frente al Engulidor.
- De palabras mayores es la
vertebradora e histórica estación ferroviaria de Torreblanca.
- Sigo por el camino de las Turbas,
abierto en 1865, tras la apertura de la estación ferroviaria.
- Cruzo la “Carrassa del Tato”, que
hace honores a un popular apodo familiar local y recuerda el paso del famoso torero.
- Los vestigios de la antigua factoría
inglesa de clin vegetal.
- La “Fábrica de la Turba”, vestigio
visible de la minería de extracción de turba y fabricación de derivados de la
turba, en este menester recuerdo haber recuperado la memoria de las minas “Rosita” y ”La Lumbrera de Castellón”, concesionaria
de la explotación era la "Sociedad Centro Científico Industrial de
Barcelona, Martin Ziegler y compañía”; era una empresa energética emergente que
extraía turba del Prat, entre otras aplicaciones este mineral lo empleaban para
la obtención de carbón de turba prensada, y para la investigación de nuevas
energías y sistemas de producción, destilación de tierras de turba y
fabricación del gas de turba, aplicable a la calefacción, al alumbrado (ciudad
de Barcelona), cocción y para usos metalúrgicos.
- Llegó a la "Carrerassa de la
Querola” por donde a su largo discurre el sendero de la ruta ciclista trans-europea EuroVelo
8, una vía mal cuidada , de firme malo, y poco valorada a nivel local, como otras muchas de
las cosas que dejamos de atender, sin preocuparnos de la pervivencia de recursos, ni atender de la importancia
histórica, social, económica o de prestigio de ellos.
- EuroVelo 8 es un camino cicloturista
internacional de prestigio, el cuál discurre desde Cádiz (España) hasta Atenas (Grecia),
atravesando 9 países europeos y 4 regiones españolas, y tenemos la suerte de
que el trazado discurre por dentro y a lo largo del término municipal de Torreblanca.
- Cruzo este mítico camino universal de la ruta ciclista trans-europea EuroVelo 8,
y me encuentro en el lugar que era conocido “Motor vell de l’Arròs”, que era una caseta que albergaba un potente motor de extracción de agua, dicha instalación fue derruida y se tapo el pozo.
- Acelero el paso, y tal como voy avanzando por el camino junto a lo que en antiguo fue el “Canal navegable de la turba”, ya totalmente enrunado, el Prat de Torreblanca se va extendiendo, y va mostrando una plana diáfana ante mi vista, poco a poco el humedal va desplegando en mi, un sin fin de
sensaciones, evidencias y memorias de los numerosos recursos de antaño, claro y evidente son “els
Clots”, que son heridas practicadas en el substrato del suelo y son los vestigios de las antiguas minas de extracción de turba, de
nombres como “La Unión”, “Carlota”,
“Juanita”, “Juanita segunda”, “Madrileña” y otras.
- Lo más importante para la boca y el bolsillo de las familias, a sido la agricultura, y muchos otros recursos y oficios hoy día
perdidos, que las tierras del humedal han ofrecido y permitido practicar y extraer a lo largo de la historia local, desde el mesolítico hasta la actualidad, por
medio de los trabajos llamados de sangre, que son los esfuerzos del ser humano
y de sus bestias, pongo ejemplos ilustradores de esta versión de los hechos y tareas acaecidos en dicho ámbito agropecuario, silvícola y minero:
- Producción de alimentos vegetales
como cereales (arroz, maíz, cebada, trigo, avena); frutas, hortalizas; raíces
(boniatos, patatas, cacahuetes, nabos); legumbres; semillas (lino); pastos
cultivados y forrajes (alfalfa, remolacha, maíces,…); fibras utilizadas por la
industria textil (cáñamo, lino, clin vegetal), la industria de la seda
(producción de hojas de morera) y la industria cordelera (cáñamo, pitas);
plantas para la extracción de esencias y aceites para las industrias de aromas
y perfumes; plantas tintoreras (rubia); cultivos energéticos (eucaliptus,
chopos y variedad de árboles, para obtención de madera y biomasa); plantas
jaboneras: salicornias y otras plantas de sal o sosas que se recolectaban
masivamente, y eran quemadas para obtener diferentes tipos de cenizas para la
fabricación de productos de limpieza, como jabones, sosa y lejía. La barrilla
pinchosa era la más fina y apreciada de las sosas, de unos 60 centímetros de
altura máxima, se tenía que sembrar todos los años. Las salicornias es de todas
las sosas la mejor adaptada y naturalizada en el Prat de Cabanes y Torreblanca,
gusta de estos pantanos salitrosos marinos. Las cenizas procedentes de la quema
de este tipo de plantas de sal, eran compactadas en bloques, y eran un
componente básico en la elaboración de jabones de todo tipo, tanto duros como
blandos. Para los duros servían todas las salsoláceas (salicornias y
barrillas); sin embargo, para la fabricación de los blandos o finos era más
recomendable la barrilla pinchosa, conocida en Torreblanca como ”barrilla
maresa”, planta de sosa, planta de lejía o “planta dels renyons”.
- Recolección de fibras vegetales
silvestres: Juncos, cañas (para tutores en la agricultura, cañizos), sisca,
enea o anea (tifa, espadaña) para la fabricación artesanal de sillas, sillones,
canastos, cestas y banastos.
- Continuo camino, y a mi izquierda,
vislumbro lo que fueron los antiguos cotos arroceros de la familia Godó y los cotos de otros
propietarios.
- Ganadería: El humedal del Prat era
una fuente de riqueza de pastos para los ganados extensivos de pastoreo, y como
producción de forrajes silvestres para los animales estabulados, como pasto, para los herbívoros servían todas las brozas jóvenes del humedal, las que se
recolectaban era a "orri" o estajo, carrizos, sisca, cañotas,
salicornias,...cortados con hoz o guadaña denominadas respectivamente “la corbella
i la dalla”, las brozas en estado maduro y ya fibrosas, también se cortaban,
puesto que se hacían servir de cama para los animales del corral y todos los
restos vegetales sobrantes de las pesebreras eran para la generación de estiércol, y por esa importancia de lo vegetal, todos los
carros llevaban broza para el corral y sus animales, que los había en todas las
casas, así como todos los forrajes cultivados (pajas, maíces, alfalfa).
- Y por fin el mar y ante mí, vestigios
que recuerdan a los habitantes mesolíticos, las tribus de la restinga.
- Por fin, exhausto de caminar y
cansado de pensar, me apoltrono en la terraza de un bar más allá del "Igoa",
enfrente de mí, las memorias del "América", del secuestro de pescadores, del "Zanoni", y el “Kalmarsund- X”, el nombre de un misterio hundido y desaparecido
frente a Torrenostra.
- Saboreo a gusto un energético café
bombón y una botella de agua fría.
- Dentro del mar, frente al muro, se vislumbra una misteriosa forma semiesférica que me sobresalta y asombra.
- Una forma inerte y misteriosa, se va
acercando poco a poco desde el mar hacia tierra, impulsada por el oleaje, y llega a la orilla el cuerpo de un enorme atún rojo muerto, quedándose varado en la playa.
- Fiel a mi lema y obras, de “Recordar
es también vivir”, un día más, y un rato menos, para vosotros gratis y sin
impuestos. Gracias por escuchar. Así era la obra y la vida de los vecinos que
nos han precedido. En su memoria...
Escribe: Juan Emilio Prades Bel. Relato: "De mis recuerdos..." de “Un día sin coche”. Leído en público en Torreblanca, el día 7 de abril de 2025.