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miércoles, 7 de julio de 2021

ESPAÑA Y SUS COSAS, AÑO 1833.

 

(Temáticas) GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:

POR: JUAN E. PRADES BEL (TALLER DE HISTORIA, MEMORIAS Y PATRIMONIOS).

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…  

(Temática): LAS EXPERIENCIAS Y RECREACIÓNES ANTROPOLÓGICAS DEL HISPANISTA RICHARD FORD (1796-1858), LEGAJOS DE SUS ENTRETENIDOS VIAJES CONVIVIENDO CON LA SOCIEDAD POPULAR  ESPAÑOLA EN LOS AÑOS 1830-1833.

"LAS COSAS DIGNAS DE ESTUDIO EN ESPAÑA, TEXTOS DE RICHARD FORD, ESCRITOS EN EL AÑO 1833".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.

INTRODUCCIÓ: Este relato esta basado en una obra, con la cuál su autor el hispanista Richard Ford nos ofrece una lección de saber y nos da un buen repaso de conciencia, muy a tener en cuenta incluso en nuestros días para reflexionar como sociedad, las observaciones de este autor al que admiro, vienen a aportarnos una visión retrospectiva histórica sobre la manera de ser y de hacer en España y de las cosas impredecibles que el viajero podía tropezarse por el país, estas observaciones corresponden al primer tercio de la vida en el siglo XIX en España. En esta comunicación trato de recoger y resaltar las interesantes reseñas del hispanista Richard Ford, persona altamente implicada, sincero y preocupado por este nuestro país que igualmente es la tierra de acogida de nuestro autor, por ser este un gran enamorado de España y de sus cosas como bien le gustaba de resaltar; pues bien, hubiésemos podido o bien podríamos aprender todavía, de los mensajes que lanzaba Richard Ford hacia el corazón y el alma de los españoles, y bien nos pueden servir sus observaciones de acicate y de reflexión igualmente para los tiempos actuales del siglo XXI, para tratar de implicarnos si place en intentar mejorar el acerbo personal individual, en las decisiones y en los niveles para la mejora de la imagen y de la obra colectiva del país, y atender y no rechazar las observaciones críticas, y tratar de sintetizar hacia una sociedad prospera, productiva y no decadentemente crónica, débil y difícil, inspirándonos en el saber del pasado y en las observaciones que bien leídas se pueden entender como una mano tendida sin sacar las palabras Richard Ford de contexto, de lo que contaba de España en los mensajes retrospectivos de hace doscientos años, pero metódicamente actuales, con un tiempo de paso de dos largos siglos de los cuáles sabemos y conocemos la historia, sus acontecimientos y los resultados que se pueden valorar, que bien los hechos para mi entender denotan un comportamiento antrópico como sociedad, muy cercano a un perfil y diagnósticos de hábitos poco saludables y de temperamentos nos sobra, un triage que diagnostica a un país enfermo crónico (todo el siglo XIX), para tratar en el pabellón de psiquiatría (primera parte del siglo XX), y en el siglo XXI da signos de poca recuperación de espíritu, trabajo, organización y patriotismo, más bien presenta un retroceso progresivo en todos los campos. Hubiésemos hecho bien consultar de vez en cuando y entender las insinuaciones de Richard Ford, y abrir ciertamente nuestros ojos y nuestras mentes cerradas desde hace siglos, puesto que este autor nos saco los colores entonces, y comparándolo con el carácter actual de este histórico país de tumbos, vueltas, palitroques y palos de ciego oscos y permanentes, salvando las diferencias temporales acertó y todavía nos puede sacar los colores ahora en nuestra época doscientos años después. En el año 1833 aducía Ford de nosotros: "España es un ejemplo de la decadencia de la riqueza de las naciones, y como un buen tema para estudiar los errores que deben evitarse"

(Escribe: Juan E. Prades. Tesis y reflexiones, de mi burro entender (sorry for the inconvenience). 

EL HISPANISTA RICHARD FORD (1796-1858): Este artículo, se basa en una autobiografía, con las palabras y experiencias propias del escritor y viajero inglés Richard Ford, este ilustre personaje era un curioso aventurero y periodista atraído por la antropología, la filosofía y la literatura de España, y especialmente ilustrado por la obra de Cervantes. Richard Ford escribía, dibujaba y describía de forma concienzuda y realista las experiencias y situaciones de las que muy atentamente era testimonio presencial, de las cuales tomaba notas muy detalladas de todo aquello que para el, siendo extranjero procedente de un nivel económico alto y acomodado y de un país de costumbres mucho más refinadas que las de las clases populares españolas, describía en sus manuscritos y crónicas todo aquello que le resultaba llamativo y característico de sus compañeros de viaje españoles, con los cuales compartía asiento, hospedaje y mesa con los pasajeros que coincidía a lo largo del transcurso de sus viajes. Muchas de las crónicas que escribió con detalles de sus experiencias en España, fueron publicadas en la revista trimestral Quarterly Review. Ford se vino a vivir temporalmente en España por causas personales, concretamente en Sevilla, pero la aventura de Ford por recorrer España le sobrevino por la inspiración que le produjo la lectura de El Quijote de Cervantes. El editor londinense de la revista Quarterly Review llamado John Murray y amigo de Richard Ford, fue quien le animó e incitó a publicar las crónicas de sus viajes por España. Posteriormente, debido al interés y calidad intelectual de las crónicas, John Murray pidió a Richard Ford publicar un libro recopilatorio sobre España, para completar una colección de libros-guías que estaba editando sobre Europa para viajeros y lectores ingleses, Richard Ford accedió a escribir el libro recompilando las crónicas manuscritas de sus viajes y de convivencia entre los españoles de las clases populares; Ford explica este hecho en una carta a su amigo George Borrow, comentándole que está narrando a los lectores ingleses sus viajes a lomos de una jaca cordobesa (yegua de raza cordobesa). Este libro de viajes extraído y sintetizado de los manuscritos y experiencias de los viajes de Richard Ford por España, se publicó en Londres en el año 1841 con el título “Handbook for travellers in Spain and Readers at Home” y fue un gran éxito de ventas.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL: DE LAS EXPERIENCIAS DE RICHARD FORD DE SUS VIAJES POR ESPAÑA, RECOPILADAS ENTRE 1830 Y 1833. LO QUE SE DEBE OBSERVAR EN ESPAÑA, EXTRACTO DE SU OBRA “THINGS OF SPAIN. THE COUNTRY OF UNFORESEEN”.

TEXTOS Y PALABRAS DEL PROPIO RICHARD FORD (1796-1858), FRAGMENTO DE SU OBRA:

- “COSAS DIGNAS DE ESTUDIO EN ESPAÑA”. "Siendo como son muchas las cosas dignas de estudio en España, no pocas de las cuales sólo allí pueden verse, bueno será advertir las que no han de encontrarse, pues no hay cosa que haga perder más tiempo que el darse uno cuenta de eso por sí mismo después de perder el tiempo y el esfuerzo. Los que quieran ver arsenales bien provistos, librerías, restaurantes, instituciones literarias o de caridad, canales, ferrocarriles, túneles, puentes colgantes, maquinaria, ómnibus, fábricas, politécnicos, cervecerías y semejantes instrumentos y pertenencias de un alto estado de civilización política, social y comercial, harán bien en no moverse de su casa. En España no hay administración de peajes, ni tribunales trimestrales, ni tribunales de justicia, de acuerdo con la significación real de la palabra, ni ruedas de castigo, ni consejos parroquiales, ni presidentes, directores, jueces extraordinarios del tribunal de cancillería, ni comisarios de beneficencia, ni mítines contra el tabaco y el alcohol, ni sociedades para ayudar a los misioneros, ni para ayudar a las paridas y recién nacidos; nada, en suma, que valga la pena de atraer la atención de un curial algo distinguido, a menos que sienta cierta predilección por el estudio de la ley de quiebras.

  España no es país para el economista político, salvo como un ejemplo de la decadencia de la riqueza de las naciones, y como un buen tema para estudiar los errores que deben evitarse, así como para teorías experimentales y planes de reforma y mejora. En España impera la naturaleza, que la ha dotado pródigamente con su suelo y su clima magníficos, dones que los españoles parece como que han tratado de inutilizar durante los últimos cuatro siglos con su culpable negligencia de discursos y banquetes agrícolas y no distribución de premios a los verracos y garañones más grandes y a los labradores con más familia.

   El terrateniente de la Península es poco más que un hierbajo del suelo; nunca ha observado ni apenas permitido que otros observen el gran partido que podría y debería sacarse de las cosas; parece como si hubiera puesto a España en manos de la curia; tal es la general dilapidación. El país es casi una tierra incógnita para los geólogos, naturalistas y todas las demás ramas de "ólogos" y de "alistas". Por todas partes es allí el material tan superabundante, como deficientes los braceros y artesanos. Todas estas interesantes ramas de investigación, sanas y agradables por ser estudios al aire libre, que ponen al aficionado en contacto directo con la naturaleza, ofrecen a los autores noveles deseosos de originalidad, asuntos más dignos que las viejas historias de bandidos, toreros y ojos negros".

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS Y CITADOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN E. PRADES):

GARAÑONES: Garañón es un semental que proviene del asno de extraordinaria corpulencia que se echa a las yeguas para la procreación de mulas y de machos. El garañón debe ser grande y robusto de miembros, de cabeza abultada y que esta no se parezca a la del caballo. Ha de tener, además, la frente espaciosa, los ojos hermosos, el rostro, las mejillas, las narices, la boca y los labios grandes, las orejas empinadas, el cuello doble y largo en proporción, el pecho ancho, firme y lleno de músculos para que pueda sufrir las соces e injurias de las yeguas, las espaldas dilatadas y carnosas, los antebrazos y muslos gruesos, las rodillas y los corvejones grandes, las cañas enjutas y no muy gruesas ni delgadas, las cuartillas largas en proporción, las corvas unidas de pelo, los cascos lisos, algo acopados en sus partes interiores y proporcionados al todo de su máquina, esto es, que no deben ser muy diminutos ni muy abultados. Sobre todas estas buenas circunstancias, ha de tener los testículos grandes e iguales, la cola corta, el pelo negro, la veta sobre la espina del lomo, la cruz ni alta ni baja y en lo demás debe asemejarse, en cuanto sea posible a la perfecta formación de un hermoso y robusto caballo. El asno garañón debe echarse a las yeguas de tres años cuando menos y puede hacer su servicio hasta los diez años. Antes ni después nunca conviene, porque produce mulas y machos de poca substancia.

VERRACOS: Verraco es un cerdo macho que se utiliza como semental, los cerdos pueden utilizarse como verracos a partir de los dieciocho meses.

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

(CONTINUARA).








 

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